A veces pienso que para vivir de la música hay que tener superpoderes. Digo para «vivir» y no para «ser», porque ser músico es muy fácil. Pero para ganar dinero, no solo basta con «ser». 

Para empezar, necesitarás que tu música sea escuchada, y para eso primero la tienes que grabar. Si la grabas por tu cuenta, tienes que saber de micros, saber cuál se ajusta más a tus necesidades, saber de marcas, pensar en la acústica del sitio donde vas a grabar, de interfaces, y por supuesto del software que vaya a procesar todo. Una vez que está grabado, tienes que saber manejar el programa de turno, saber editar el audio y entender de revers y demás efectos. Por supuesto, tienes que vivir en una zona tranquila, o saber insonizarte bien el espacio, pero lo primero es un alivio. Si optáis por contratar a alguien para que haga este trabajo, no os creáis que es más fácil, porque… ¿quién te va a grabar? ¿quién va a saber digitalizar el espíritu musical tan único que crees tener? Hay que buscar al indicado, y el indicado a veces se encuentra después de varios errores. Y es que, aunque pagues para que lo hagan, tendrás que acompañarle en su trabajo e ir revisando que todo esté como tú quieres que esté, que ese espíritu musical esté grabado. 

Después, habrá que subirlo a las plataformas, saber cómo funcionan las productoras, como enviarlo, qué derechos tienes, cuánto porcentaje te corresponde. Ah, no nos olvidemos de la imagen que rodea este proceso. Tienes que tener buenas fotos que acompañen la subida de esa música al mundo virtual. ¿te las haces tú? ¿te las hacen? ¿quién te las va a hacer? ¿sabe el fotógrafo la idea artística que quieres reflejar en una imagen? No solo eso, hay que promocionarlo… ¿sabes cómo hacerlo? Si te preguntas esto ahora ya vas mal. Tienes que tener gusto para ir subiendo contenido a tus redes sociales del proceso de grabación, de cuándo se lanzará la grabación, o haber creado una campaña de crowfunding, micromecenzago, o como lo quieras llamar. Otra opción es contratar a alguien que te ayude con la promoción y su planificación desde el inicio, pero, ¿quién? Alguien que conozca de cerca las necesidades de esta profesión, pero ¿dónde lo encuentro?

Hasta ahora estoy hablando únicamente de audio, pero en el mundo online en el que vivimos tiene que haber por supuesto video. Las mismas preguntas de siempre: ¿quién? ¿el mismo que te grabó el audio? Igual el del audio no graba video, es bueno grabando audio pero no video. O puede pasar al revés, con la cámara es el mejor, pero no tiene los micros y el material adecuado para inmortalizar el espíritu sonoro que quieres. Ahora apáñate en coordinar ambas cosas. 

Una vez que tengamos actuaciones (espera, ¿sabes buscarte actuaciones?) se nos tendrá que escuchar en directo (la guitarra es uno de los instrumentos que menos suena). Tienes que saber de amplificadores, de marcas, de micros que cojan la música que vas a amplificar (porque no es lo mismo un micro para grabar que para tocar en directo), y saber utilizar estos aparatos para que saquen el sonido que quieres. Claro, debes saber antes qué sonido quieres, porque en esto se basará todo lo anterior. ¿Y cómo se puede saber el sonido que quieres?.

Tienes que tener una página web, y suponiendo que no tienes los conocimientos o tiempo suficientes para crearla (porque es comprensible que quieras utilizar tu tiempo en enseñar y tocar tu instrumento) tienes que contratar a alguien, pero una vez más… ¿a quién? ¿quién va a tener la sensibilidad suficiente para materializar tu espíritu artístico? Una vez que lo encuentras y le explicas todo sobre lo que haces, crea una página que te gusta. Perfecto. Pero la página web se tiene que ir actualizando, hay plug-ins nuevos, tienes que añadir videos nuevos, noticias nuevas, entender los avisos informáticos 4%3h34voˋ+ç´+. Todo esto, como mínimo. No hablemos de si quieres hacer cartelería, tarjetas, logotipos, o algo que lleve implícito el diseño gráfico ¿qué eres, más del Illustrator o el indesign? Menos mal que está el Canva, eh.

Tienes que saber cómo funciona Spotify, que es la que tiene más audiencia, de las demás plataformas «suponemos que van solas y que no tenemos que hacer nada», leerte los contratos, tener gusto por la fotografía, subir publicaciones guays, que conecten con la gente, que enganchen. Por supuesto también tienes que dominar YouTube. 

Tienes que tener una habilidad increíble para gestionar recursos en un campo tan intangible y efímero como la música en vivo. Si me gasto 1.000 € aquí… ¿qué me van a reportar?, ¿y si me los gasto allá? Y si me gasto la mitad en cada cosa aunque sea de menor calidad… ¿tendré los mismos resultados? Eso en cuanto a gastar, y en cuanto a ganar… ¿me hago autónomo? ¿cómo cobro esta actuación? ¿y qué tanto por ciento de impuestos? ¿y cómo declaro esto a hacienda? Vale… entonces, ¿qué asesor me busco?.

Transversalmente a esto tienes que tener unas habilidades sociales buenas. O no. Pero creeme que te marcarán la diferencia. Tienes que tener paciencia, ser tolerantes, abiertos de mente, saber mantener la calma, ser asertivos, escuchar, dejarte aconsejar, ver las situaciones en perspectiva, saber convencer, negociar, vender y comprar. Esto último sobre todo, saber comprar, que los recursos son finitos. 

Hasta aquí podéis pensar que cualquier start-up en cualquier otro campo necesita hacer lo mismo… pero bien, es que aquí además tienes que practicar tu instrumento, y mucho si quieres mantener un nivel técnico-musical alto. Que si no, qué hacemos hablando de lo demás? Ah, y no te olvides de estudiar un poco de historia y estética para contextualizar y justificar tu repertorio. Además, ¿qué guitarra tocas? Es que el cedro…, es que el pino… ¿y cuerdas? ¿carbono, nylon, tensión alta, normal? ¿y las uñas, con qué te las limas? Ah, tocar sin banquito es bueno para la espalda, o da igual, según a quién le preguntes. También piensa en algo diferente, es que te tienes que reinventar. Por cierto, sigue buscando «tu sonido». 

Fin

Silencio con calderón

Dicho esto (y la gente que me conoce de cerca lo sabe), hay que elegir ver las cosas desde el punto positivo. Aprendes de todo, seguramente más que en otras profesiones. Y el aprendizaje continuo no solo es bueno para tu cerebro, si no que nos hace mejores personas, entendemos más otras profesiones, y por ende a los demás, y nuestra mente se abre a un mundo maravilloso de enormes posibilidades. Disfruta cada día, del proceso, ten paciencia. También, os prometo que se gana dinero con la música, más de lo que muchos se piensan, y que podéis vivir de ello (aunque este post lo haya enfocado al papel del concertista, esto es solo una de las cosas que se puede hacer dentro de la industria musical). Para acabar, espero que hayais leído este post en clave positiva, con gracia, sin pretensiones, pero bueno, al final leemos las cosas según nuestra percepción de la realidad.

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